martes, 23 de septiembre de 2008

El por qué de este título

O el por qué de este BLOG.
Lo primero es decir que creo que la educación por el arte sigue siendo la eterna olvidada en los diferentes currículos que se suceden en nuestro país a cada poco tiempo, incluso en los supuestamente más progresistas. Es una creencia motivada por la necesidad de sobrevivencia (al fín y al cabo, trabajo-vivo en-de ello), pero también por la supervivencia: aspiro a vivir mejor y es algo que quisiera compartir con los demás (es decir, me gustaría que ellos/as también vivieran mejor). En un sentido aristotélico, vivir mejor no es otra cosa que vivir realizado y, en mi opinión, a eso es a lo que nos conduciría una educación en la que los conocimientos, los saberes, los apegos, las conductas, los quereres...estuvieran más articulados en torno a la belleza o a su valor en sí mismos que a su utilidad práctica. Entre otras cosas, porque las cosas prácticas (y las utilidades) son volubles y lo que hoy sirve, mañana se hace viejo y nos estorba.
Creo que la escuela no debe hacer ceniceros de arcilla. No sirven para nada, manchan al alumno y enfadan a los padres y al profesor de matemáticas, que entra después en el aula a dar su clase. Además enfrentan al maestro/a a la cruda realidad de su formación y de su historia personal: no le han capacitado para impartir enseñanzas artísticas. Con ceniceros diría también otras cosas: rellenos de color de fotocopias de Mickey, regalos para el día del padre o de la madre de los que venden troquelados determinadas "editoriales", regalos para el día del padre o de la madre de los que hacen las maestras y que los niños sólo firman, dibujo libres que se hacen porque sobra la hora de plástica y el claustro de profesores decidió que no se compraría un libro de plástica (al parecer, ninguno/a de esos maestros/as conoce el diseño curricular base o los diversos decretos de mínimos aprobados con las sucesivas reformas), palilleros con palillos coloreados con témpera (hechos en casa, naturalmente), etc.
Creo que el arte en la escuela debe manchar. Creo que el arte en la escuela debe ser un compromiso de toda la escuela. Creo que la escuela debe salir a la calle. Y la calle y la madre (y el padre), entrar en la escuela. Creo que el arte no es sólo hacer. En todo caso, sería saber hacer lo que se hace y por que se hace. Creo que el arte debe formar las manos y el espíritu. Y la mirada. Creo que debemos saber leer lo que vemos. Y creo que es esencial la figura del maestro/a: creo que al maestro que lo enseña debe saber lo que tiene que enseñar (y no me valen excusas: "yo no estoy preparado", "no tengo ese don"...). Pues prepárate.
No creo en las capacidades innatas, al menos en un sentido absoluto (¿dones divinos en esta sociedad laica?). Afortunadamente, otras personas mucho más capaces que yo lo creen también, y lo han creído ya y lo han demostrado con creces. Creo que existen experiencias que debemos conocer antes de refugiarnos en la comodidad de nuestros tópicos. Creo que es precisamente esa la tarea de la educación: desarollar capacidades, todaslas capacidades, también las artísticas. Y no para crear artistas (Rodari dixit), sino para liberar esclavos.